Frases de Mark Twain
Frases destacadas de Twain que incluyen temas como ricos, pobres, compasión, niños, infancia y adultos. Textos célebres elegidos y seleccionados.
Mark Twain |
(Nov. 30, 1835 - Abr. 21, 1910) Escritor y humorista estadounidense, popularmente conocido por su novela Las Aventuras de Tom Sawyer y su secuela Las Aventuras de Huckleberry Finn. /
|
Frases de Mark Twain:
Pocos minutos más tarde, el pequeño Príncipe de Gales estaba ataviado con los confusos andrajos de Tom, y el pequeño Príncipe de la Indigencia estaba ataviado con el vistoso plumaje de la realeza. Los dos fueron hacia un espejo y se pararon uno junto al otro, y, ¡hete aquí, un milagro: no parecía que se hubiera hecho cambio alguno! Se miraron mutuamente —con asombro, luego al espejo, luego otra vez uno al otro.
En toda Inglaterra no se hablaba sino del nuevo niño, Eduardo Tudor, Príncipe de Gales, que dormía arropado en sedas y rasos, ignorante, de todo este bullicio, sin saber que lo servían y lo cuidaban grandes lores y excelsas damas, y, sin importarle, además. Pera no se hablaba del otro niño, Tom Canty, envuelto en andrajos, excepto entre la familia de mendigos a quienes justo había venido a importunar con su presencia.
Quizás deba recordar que ella es muy joven, apenas una niña, y hacer algunas concesiones. Ella es todo interés, ansiedad, vivacidad, el mundo es para ella encanto, maravilla, misterio, alegría; no puede hablar de la emoción cada vez que encuentra una nueva flor, debe mimarla y acariciarla y olerla y hablarle y prodigarle elogios y nombres cariñosos. Y se vuelve loca por los colores: rocas pardas, arena amarilla, musgo gris.
He perdido el Jardín, pero lo he encontrado a él, y estoy contenta. Me ama tanto como puede; yo lo amo con toda la fuerza de mi naturaleza apasionada y esto, creo, es lo propio de mi edad y de mi sexo.
Después de todos estos años, veo que estaba equivocado con Eva al principio; es mejor vivir fuera del Jardín con ella que dentro de él sin ella.
Nosotros, los muchachos, estábamos en el secreto de todo, y lo habríamos dicho si eso nos hubiera sido posible; pero no podíamos. Nos sentíamos muy agradecidos a Satanás por acudir a nosotros con tan eficaz ayuda en el momento en que la necesitábamos.
El saber no era bueno para las gentes vulgares y quizá podía descontentarles con la suerte que Dios les había señalado en este mundo, y Dios no tolera que nadie esté descontento con sus planes.
Hay entre vosotros, los muchachos, un juego: colocáis una hilera de ladrillos en pie, a unas pulgadas de distancia los unos de los otros; luego empujáis un ladrillo; éste golpea al siguiente, el siguiente golpea al otro, y así hasta que toda la hilera se ha venido al suelo. Eso es la vida humana. El primer acto de un niño recién nacido golpea en el ladrillo inicial, y los restantes siguen cayendo de modo inexorable.
Los ricos no se preocupan de nadie sino de sí mismos; únicamente los pobres se compadecen de los pobres y los ayudan.
—¡Diablo de chico! ¡Cuándo acabaré de aprender sus mañas! ¡Cuántas jugarretas como ésta no me habrá hecho, y aún le hago caso! Pero las viejas bobas somos más bobas que nadie.
Total de frases de Twain: 22