Yo había comprendido hace muchos años que no hay cosa en el mundo que no sea germen de un Infierno posible; un rostro, una palabra, una brújula, un aviso de cigarrillos, podrían enloquecer a una persona, si ésta no lograra olvidarlos.
Jorge Luis Borges
(escritor argentino, 1899-1986)
fuente: El Aleph, Deutsches Requiem