Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos vacía,
te quiero, tacho de basura que se lleva sobre una cureña
envuelto en la bandera que nos legó Belgrano,
mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el mate
con su verde consuelo, lotería del pobre,
y en cada piso hay alguien que nació haciendo discursos
para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las manos. (...)
Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles
cubiertas de carteles peronistas, te quiero
sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin derecho,
nada más que de lejos y amargado y de noche.
Julio Cortázar
(escritor argentino, 1914-1984)
fuente: Carta abierta a la patria, 1955.