La Alegria: Frases y Textos Seleccionados sobre el Tema

Cuando estéis tristes, (...) veréis que estáis llorando, en verdad, por lo que fue vuestro deleite.

Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes. Y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa.

También es una triste con vocación de alegre.

La alegría es el paso del hombre de una menor perfección a una mayor.

Entre mí y el recuerdo de pasadas alegrías existe un abismo no menos profundo que entre mí y posibles alegrías actuales.

...por la inmensa tristeza de estar ciega y la inmensa alegría de haber recuperado al marido, la alegría y la tristeza pueden andar unidas, no son como el agua y el aceite...

No quiero haber vivido en vano como la mayoría de la gente. Quiero ser útil o llevar alegría a la gente, incluso a las que nunca conocí. Quiero seguir viviendo incluso después de mi muerte.

No hemos de hurgar en los recuerdos y entregarnos a ellos, como tampoco miramos continuamente un valioso regalo, sino sólo en ocasiones especiales, para guardarlo el resto del tiempo como un tesoro escondido de cuya posesión estamos seguros. Entonces emanan del pasado una alegría y fuerzas duraderas.

...Sin embargo, ojo, hay muchos tipos que se vuelven tan locos, o tienen tan poco fuera; la vida suele ser muy dura. Y entonces resulta que la única posibilidad de tener alguna alegría es en la cancha. Pensaba una cosa, que hace poco escuché, mirá, decían: ¿Se es igual adentro de la cancha que afuera? Y todos decían: "Sí, sí, el fulero de bancada", ¿qué sé yo?, "El tipo que es bueno afuera es también bueno adentro", etcétera, etcétera. Pero mirá a Diego; Diego es un chico de Fiorito, muy carenciado, con una vida muy dificultosa. Fuera de la cancha era un pibe con dificultades, y adentro era un rey. Quiere decir que, si bien la vida es mejor que el fútbol, a veces la vida se pone tan dura con uno, que uno tiene que entrar a la cancha de fútbol para ser un rey, y entonces es mejor el fútbol que la vida.

¿Una locura digna de mejor causa?¿Un negocio vulgar y silvestre?¿Una fabrica de trucos manejada por sus dueños? Yo soy de los que creen que el fútbol puede ser eso, pero es también mucho más que eso, como fiesta de los ojos que lo miran y como alegría del cuerpo que lo juega.