Frases del libro Rayuela - Página 2

Por mi parte ya me había acostumbrado a que me pasaran cosas modestamente excepcionales...

Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente.

Me río de una honradez sospechosa que tantas veces sirvió para la desgracia propia o ajena, mientras por debajo las traiciones y las deshonestidades tejían sus telas de araña sin que pudiera impedirlo, simplemente consintiendo que otros, delante de mí, fueran traidores o deshonestos sin que yo hiciera nada por impedirlo, doblemente culpable.

La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.

...sé que estuve un tiempo viviendo de prestado, haciendo lo que otros hacen y viendo lo que otros ven.

Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo.

Y así uno puede reírse, y creer que no está hablando en serio, pero sí se está hablando en serio, la risa ella sola ha cavado más túneles útiles que todas las lágrimas de la tierra.