Frases del libro El Hombre Duplicado

El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.

Todos andamos por ahí. Más o menos todos somos figuras públicas, lo que difiere es el número de espectadores.

Una de las formas secundarias de la ceguera de espíritu es precisamente la estupidez.

No olvides que lo que llamamos hoy realidad fue imaginación ayer.

El caos es un orden por descifrar.

Los enemigos no nacen de nuestra voluntad de tenerlos y sí del irresistible deseo que tienen ellos de tenernos a nosotros.