El Fanatismo: Frases y Textos Seleccionados sobre el Tema

Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.

Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático.

Rueda la pelota, el mundo rueda. Se sospecha que el sol es una pelota encendida, que durante el día trabaja y en la noche brinca allá en el cielo, mientras trabaja la luna, aunque la ciencia tiene sus dudas al respecto. En cambio, está probado, y está probado con toda certeza, que el mundo gira en torno a la pelota que gira: la final del mundial 94 fue contemplada por más de dos millones de personas, el público más numeroso de cuantos se han reunido a lo largo de la historia de este planeta.

El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta, erizado de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar.

El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua.

Bush y Bin Laden están realmente en el mismo lado: del lado de la fe y la violencia contra el lado de la razón y la discusión. Ambos tienen una fe implacable de que tienen razón y el otro es malvado. Cada uno cree que cuando muera va al cielo. Cada uno cree que si pudiera matar al otro, su camino al paraíso en el otro mundo estaría aun más asegurado. La delirante idea del "otro mundo" es bienvenida en la mentalidad de estos dos sujetos. Irónicamente "este mundo" sería un lugar mucho mejor sin ninguno de ellos.

Es difícil liberar a los tontos de las cadenas que reverencian.