Darwin nos informó que somos primos de los monos, no de los ángeles. Después supimos que veníamos de la selva africana y que ninguna cigüeña nos había traído desde París. Y no hace mucho nos enteramos de que nuestros genes son casi igualitos a los genes de los ratones.
Ya no sabemos si somos obras maestras de dios o chistes malos del diablo.
Eduardo Galeano
(escritor y periodista uruguayo, 1940-2015)
fuente: Espejos